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Mallorca es una isla dividida en tres grandes partes: la Sierra de Tramuntana, la Sierra del Levante y la plana central, destacando el cultivo de hortalizas, cereales y la cría de cerdos en su interior junto con la pesca en la costa.

Las  "matances" forman parte de la tradición mallorquina a partir de las cuales se aprovecha todo el cerdo para la preparación de diversidad de embutidos como el “botifarró” y la clásica “sobrassada”.

Los pilares básicos de la gastronomía mallorquina los podríamos centrar en los productos derivados del cerdo, las verduras y hortalizas, el pescado y el marisco.

De éstos se generan un sinfín de platos deliciosos y característicos de la zona como el sabrosísimo “frit mallorquí”, el “tumbet”, los “esclatassangs” tostados al fuego o las berenjenas rellenas…sin olvidarnos del energético “arròs brut” y  la “porcella rostida” acompañada de patatas y verduras.

En verano no puede faltar un buen “trampó” acompañado del clásico recurso “pamboli” para cenar.

Los vinos mallorquines tiene una muy buena acogida tanto en la isla como en otras partes de España y Europa, sobretodo en los últimos años, por tener su toque distintivo mediterráneo característico de la isla. Mallorca cuenta con dos denominaciones de origen : DO Binissalem-Mallorca i DO Pla i Llevant así como una indicación geográfica "vino de la tierra Mallorca”.